martes, 15 de enero de 2019

PENTECOSTÉS


Sentado, con su biblia sobre las piernas, decidió perderse en el mundo imaginario de su lectura en medio de la noche. Sin pronunciar palabra alguna, sus ojos cerrados, no logró observar el magno evento que se revelaba: el descenso del Espíritu Santo para la Gloria de Dios y de los hombres.

(Texto seleccionado en el VI Concurso de microrrelatos nocturnos "Inspiraciones nocturnas"- Diversidad Literaria, Madrid/Año 2019.)