miércoles, 31 de agosto de 2022

AL ATARDECER

 Esa tarde, el anciano se sentó en su vieja mecedora de madera para observar con tristeza el ocaso del día. Recordó con nostalgia el bonito amanecer de sus años mozos. Uno a uno florecieron los recuerdos en su mente, recuerdos que fueron mermando con la puesta del sol sobre sus sienes, quedando extasiado de ver cómo iban apagándose lentamente al atardecer de su existencia.

(Texto de mi autoría seleccionado en el V Concurso de microrrelatos sobre el atardecer MicroAtardeceres, Diversidad Literaria, Madrid/Año 2022)