El tipo de la caja era de todo menos amable. Su rostro era todo un poema, pero un poema maltrecho donde los elementos y recursos literarios no pegan ni con cola (pienso que debe ser el producto no del cerebro sino de un estómago donde el helicobacter pílory hace estragos.) No se puede negar que con el correr del tiempo el ser humano ha perdido su esencia. Una vez escuché decir que el hombre actúa según lo que dicta su consciencia. Pero, me pregunto: ¿en dónde está la consciencia de este ser? Me imagino que la debe tener en el trasero porque con sus actuaciones lo dice todo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario