¿Cómo
poder hablarte, mirarte si tu presencia es imperceptible? Ya no hay voces, ya
no hay rostro. Eres un conjunto de imágenes sensoriales que retumban en mi
cabeza, que cobran vida en medio de la oscuridad y trato de plasmar en mi
cuaderno de una línea. Nadie te conoce, nadie sabe de ti. Sólo la noche se
convierte en mi cómplice silencioso.
(Texto seleccionado en el VII
Concurso de microrrelatos nocturnos "Inspiraciones nocturnas"-
Diversidad Literaria, Madrid/Año 2020.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario