Todo
en silencio. En medio de la oscuridad, dos círculos brillantes permanecían
fijos, estáticos. El pánico se apoderó de mí. El corazón acelerado a punto de
colapsar y sin poder moverme. Cuenta regresiva. Tres, dos, uno… ¡Zas!
¡Llegó la luz! –dije. Me alenté y pude descifrar el misterio del cuarto. En voz baja susurré: Gato no le cuentes a nadie que te quedaste encerrado en mi habitación.
¡Llegó la luz! –dije. Me alenté y pude descifrar el misterio del cuarto. En voz baja susurré: Gato no le cuentes a nadie que te quedaste encerrado en mi habitación.
(Texto seleccionado en el V Concurso de microcuentos fantásticos "Microfantasías", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario