Calor
sofocante que adormece como canto de sirenas a los conductores que diariamente
transitan por la larga y serpenteante autopista. Una choriza de vehículos
humeantes de monóxido contaminante trompetean sin cesar para poder avanzar y
dejar atrás una vida desconocida (yo conozco la mía, no la tuya). La cola
avanza como el tiempo pero no al compás del reloj. Avanza…. Se detiene…. Vuelve a avanzar…. Lo que no sobra es paciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario