De pequeña sentía gran curiosidad al ver la luna llena acompañada de un montón de estrellas. Pensaba que me vigilaba, ya que estaba en todas partes. Cierto día pregunté a mamá cómo hacía la luna, con sus estrellas, para estar en todas partes si no tenía pies. Ella me respondió: -Sus pies son invisibles, por eso no los ves; y las estrellas la acompañan marcando el camino para que no se pierda en el infinito.
(Texto seleccionado en el II Concurso de microrrelatos "Luz de
luna", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2021)
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