¡Qué bien te sienta el azul! –le dije. Con tu pañuelo de tul en el cuello, tu cabello cano que se bate suavemente con la brisa vespertina y una alegre sonrisa desdibujada en tu rostro, buscabas el ángulo perfecto para guardar la mejor imagen de ti, resaltando tu belleza y perdurar así en el tiempo. ¡Tómame la foto! ¿Cómo salí? –me dijo-. Y yo, con un nudo en la garganta y gran orgullo le respondí: -Sinceramente, Mamá, ¡eres la mujer más hermosa del Universo!
(Texto de mi autoría seleccionado en el III Concurso de microrrelatos sobre las madres "Madre mía", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2023)
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