Y en esa noche de luna llena, entre el mar y la arena, bajo el reflejo de plata que como candil alumbraba, se unieron los dos cuerpos; ella, por primera vez, conociendo nuevas emociones, entre besos y lágrimas; y él, sintiendo las mismas emociones, logró robar como pirata, todo el candor de su inocencia, su más preciado y virginal tesoro.
(Texto seleccionado en el III
Concurso de microrrelatos "Entre piratas anda el micro", Diversidad
Literaria, Madrid/Año 2024)
Nunca pude comprender el por qué tú no actuaste en el momento preciso para salvaguardar nuestro amor. Siempre creí que me amabas y que tus demostraciones de cariño eran verdaderas y que podían romper las barreras de la indiferencia. Pero no, no fue así…Ocurrió lo inesperado. Mi corazón se hizo añicos y mi alma se estremeció ante el dolor y la apatía que sembró el desamor que yo inocentemente desconocía.
(Texto seleccionado en el X Concurso de Microrrelatos Románticos "Porciones del Alma", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
En medio de la rabieta, su actitud cambió por completo. Su rostro se transformó en el más horrendo de los monstruos, ojos endemoniados encendidos de ira; y mientras, por su boca, brotaban las más duras y violentas palabras que como lenguaradas de fuego quemaban todo lo que estaba a su alrededor. Allí comprendí que los dragones no solo existen en los cuentos, sino que cada uno de nosotros, en lo más profundo de nuestro ser, llevamos un dragón que en algún momento se dará a conocer.
(Texto seleccionado en el II Concurso de microrrelatos sobre dragones "Microdragones", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Esa noche, ese mágico encuentro los llevó hasta el fin del mundo. Sus cuerpos se estremecieron sin límite y sin medida, alcanzando el máximo grado de placer, un derroche de pasión incontenible. Lo más triste de este momento fue que los amantes debieron separarse justo antes de aparecer ese primer rayo de luz, que se coló a través de la ventana, marcando el final del encuentro. Ya no habrá para ellos más amaneceres claros. Todo acabó justo antes del amanecer
(Texto seleccionado en el VIII Concurso de microrrelatos "Escritores al alba", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
(aquí se encuentra uno de mis poemas)
Madres - Tejedoras de Vida, es un tributo literario dedicado a las mujeres que nos dieron la vida, nos criaron y nos guiaron con amor incondicional. A través de las plumas de poetas y escritores de diferentes países y culturas, esta obra colectiva reúne una diversidad de perspectivas que convergen en un mismo tema universal: el papel esencial de las madres.
Cada poema y relato en esta antología rinde homenaje a la figura materna, explorando el amor, la gratitud y los sacrificios que definen la maternidad. Desde recuerdos entrañables hasta reflexiones profundas, los autores nos invitan a celebrar a las madres no solo como dadoras de vida, sino también como pilares de fortaleza y sabiduría.
Esta antología es un canto a las madres del mundo, una obra que nos recuerda el poder de su amor, la importancia de su cuidado y la huella imborrable que dejan en nuestras vidas.
Hoy 03 de octubre de 2024 el grupo Real Academia Internacional de Arte y Literatura comparte con ustedes la VIGÉSIMA PRIMERA EDICIÓN de la Revista Digital RAIAL.
#TodosSomosRAIAL 🌟
Les invito a disfrutar de la lectura de la Revista Digital RAIAL, allí aparece uno de mis microrrelatos en la página 44. Agradecida de los amigos del grupo Real Academia Internacional de Arte y Literatura por seleccionar mi microrrelato e incluirlo en la revista.
Todos los días mi vista recorre las calles de mi ciudad. Ya no hay lágrimas para lavar las imágenes que quedan grabadas en mi memoria. Hoy, puedo decir, que la miseria tiene cara de bolsa de basura, de ropas desgarradas, de pasos cortos y entorpecidos, de ojos desencajados en rostros famélicos y palidecidos, en medio del hambre y la pobreza. Nuestros nombres, van desapareciendo. Al final, solo seremos tizones medio encendidos a punto de extinguirse hasta convertirnos en cenizas.
(Texto seleccionado en el VI Concurso de microrrelatos "Universo de libros", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Madrid, sitio perfecto para encontrar inspiración. Sus calles, plazas, el espíritu de su gente o, simplemente, su capital se toma como excusa para construir una buena historia. Pero no solo historia, sino también poesía, ¡y pare usted de contar!, todo un arsenal de emociones que a través de las palabras dan a conocer ese lugar mágico y encantador. Madrid, llévame en tus letras y sedúceme como canto de sirena, mientras la vida me bendiga, serás la Madrid de mis amores.
(Texto seleccionado en el III Concurso de microrrelatos "Pongamos que hablo de Madrid", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Andalucía, punto de encuentro entre mares; ese mar que permite que la brisa marina agite tus cabellos; la tierra hermosa, la del cielo azul, la del cielo claro y tranquilo; la patria amada llena de bondad y esperanza; y si hay algo que caracteriza a los andaluces haciéndolos diferentes de los demás coterráneos, es su divertido vocabulario con expresiones y palabras para todo. Y para definir a los andaluces, nada mejor que decir “Ay miarma, qué peritas y chachilones que son”.
(Texto seleccionado en el III Concurso de microrrelatos "Pongamos que hablo de Andalucía", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Las miradas se perdían en medio de la selva. Poco a poco iba cayendo la noche ante la llegada inminente del atardecer. Pero no era un atardecer cualquiera, era mágico; a pesar de la tristeza albergada en los rostros y en las almas de los migrantes. A medida que el sol se ocultaba tras las montañas, se expandía una gama de matices únicos. Cada paso dado era un nuevo color en el horizonte, un arcoiris de oportunidades que Dios les presentaba para sobrevivir en tierras ajenas.
(Texto seleccionado en el VII Concurso de microrrelatos sobre el atardecer “Micro Atardeceres”, Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Ella siempre estuvo tentada a emprender acciones que la llevarían a sobrepasar los límites de la realidad. No soportaba vivir entre gritos e insultos. Pensaba que el hecho de desconectarse y huir de sus traumas era su única salida. Pero no; no era así, estaba acostumbrada a esa vida. Ella lo amaba y soportaba su calvario. Al final, todo terminaba en un intercambio de caricias contaminadas entre sabanas revueltas, quejidos de dolor y lágrimas de arrepentimiento.
Fue ayer cuando murió la flor. Toda mustia, la arrojaste al fondo de la zanja sin más ni más. Nadie imaginó lo que sucedería esa fresca mañana de marzo, bajo el tibio sol primaveral. De su centro seco, una solo una semilla pudo gestar en sus entrañas el maravilloso milagro de la vida. Una nueva planta, color verde esperanza, brotó en medio de su centro yermo; una, solo una semilla pudo plasmar el milagro de la primavera en medio de la naturaleza muerta.
EXTRAÑA REACCIÓN
El niño se sentó en el portal de la casa vecina a hurgar su nariz para sacar los mocos secos que llamaban su atención. Un joven salió de la casa. Acercándose a él tocó su hombro y preguntó: - ¿Qué buscas pequeño? El niño, con extrañeza, alcanzó a decirle: - ¡Amarillos…! ¡Son amarillos los topochos…!
Comienza a oscurecer. En sus nidos, los pájaros ya duermen y callan las golondrinas. El crepúsculo de la noche adorna el cielo que poco a poco se torna oscuro; mientras las estrellas comienzan a iluminar, con sus destellos brillantes, el espacio infinito. No lo puedo negar, que esto que siento por ti se acrecienta más y más, resplandeciendo con la luna, haciéndose infinito, y amándote con ternura, con pasión, sin límites y sin cesura.
Y esa noche, noche de luna nueva; bajo la tenue y lánguida luz de una pequeña lámpara de mesa, el hilo de tinta negra recorrió la pálida superficie de mi vieja libreta, plasmando sobre ella la historia de aquel pobre hombre que dormía en la fría banca del parque.
(Texto seleccionado en el XI Concurso de microrrelatos nocturnos "Inspiraciones nocturnas", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Todas las mañanas, mi madre se levantaba muy temprano a preparar el desayuno para sus hijos. La magia de su cocina se sentía por toda la casa. Ese olor tan característico nos hacía levantar de nuestras camas sin necesidad de que sonara la alarma del reloj despertador. Mamá, ¿qué estás preparando? –era la pregunta de rigor ante el aroma inigualable. Ella, con su hermosa sonrisa y su voz pausada respondía: - Es el olor del amor de madre que solo un hijo reconoce…
Amo de tu boca la sonrisa que alegra el día y
disipa la tristeza
Amo el calor de tu mirada que aviva la llama de
la pasión escondida
Amo, ¡Oh dulce ensueño!,
la fragancia de tu
piel que despierta el lado oscuro del amor
Amo la palabra silenciosa que no logras pronunciar,
pero se sobreentiende…
Amo cada movimiento de tu cuerpo que te delata,
cada mueca, cada seña
Amo tus defectos y virtudes porque te describen
tal y como eres
Amo tantas cosas de ti, que no podría decir que
es lo que no amo
Porque para mí, tú eres perfecto…
(Poema seleccionado en el IX
Concurso de poesía romántica "Versos desde el corazón", Diversidad
Literaria, Madrid/Año 2024)
Y un sinfín de ardientes caricias encendía el fuego de la pasión mientras su lengua serpenteaba por la inmensa geografía de su cuerpo. Su boca, succionaba su pecho como ventosa adherida a su piel, absorbiendo de ella su última esperanza de ser amada. Entre tanto, en la lúgubre fosa del amor prohibido, el terrible monstruo libidinoso se divertía haciéndola temblar de placer.
No sé cuánto tiempo te busqué. Nuestro amor de primavera se esfumó en medio de la nada. Pasaron los años y la calidez veraniega de nuestros cuerpos se fue sofocando poco a poco sin llegar a consumirse por completo. Hoy, después de tantos intentos, pude ver tu rostro de otoño, pálido y con marcas profundas del tiempo, en medio del frío invierno de nuestras vidas.
Todas las noches, Juan jugaba con su hermanito a las escondidas. No había lugar que no revisara para encontrarlo. En la sala había una pequeña escafandra a la cual siempre preguntaba: – ¿estás allí? – pero nunca obtenía una respuesta. Cierto día, tropezó con el extraño traje y la capucha cayó al suelo. Dentro del traje había un pequeño esqueleto mal oliente. Sin asombro y con una macabra sonrisa, solo pronunció con sarcasmo: ¡Hermanito, siempre supe que estabas allí...!
(Texto seleccionado en el XI Concurso de microrrelatos de terror "Microterrores", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Dicen que quien ve la luz en la oscuridad es el elegido para desenterrar un botín. Cierta noche, ya dormitada, pude ver aparecer un resplandor en medio de la habitación. Con mucho sigilo me levanté y seguí la lumbre hasta el final del pasillo. Entre el susto y la curiosidad encendí la lámpara y pude descubrir que ese brillo no era otra cosa que una luciérnaga que se había estrellado contra la pared. Esa noche pude comprobar que, tras la leyenda del entierro, no había espanto ni mucho menos botín.
(Texto seleccionado en el VIII Concurso de microcuentos fantásticos "Microfantasías", Diversidad Literaria, Madrid/Año 2024)
Gracias a mi Dios que me abre el camino para lograr la obra de creación más hermosa...Gracias Rincón Poético por este reconocimiento... Gracias Yenny Aldazora por prestar su voz a nuestras letras y hacer llegar nuestras creaciones al último rincón del mundo...Gracias a todos los suscriptores que con sus visitas nos demuestran a los poetas y poetisas que tocamos cada fibra de su ser...a todos GRACIAS
